Escribanos: Los notarios de la Edad Moderna
01 marzo 2008

Escribanos: Los notarios de la Edad Moderna

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Hoy día muchos estudiantes de derecho sueñan con terminar su carrera y opositar para convertirse en notarios o registradores de la propiedad. Pero esto no es sólo una tendencia actual, ya en el siglo XVII existía una figura de similar interés: el escribano. Eran personas que disponían de una mayor alfabetización que la población de la época y que se encargaban de dar fe de los distintos acuerdos y contratos, como la compra-venta de inmuebles o la legitimación de cualquier acto.

Eva María Mendoza García ha dedicado su tesis al estudio de los escribanos en el periodo enmarcado entre 1598 y 1700. “Del siglo XVII no había prácticamente estudios, aún siendo un periodo muy agitado económicamente, no se les había prestado la suficiente atención”, argumenta la autora de Pluma, tintero y papel. Los escribanos de Málaga en el siglo XVII (1598-1700).

Para acceder a la escribanía eran necesarios una serie de requisitos además del examen de acceso. Conocimientos de redacción, someterse a un periodo de aprendizaje de dos años y la limpieza de sangre, entre otros, eran de obligado cumplimiento para cualquier aspirante. Una vez conseguido, la propia naturaleza de sus funciones los mantendría en una posición privilegia en la sociedad; entre pueblo y política.

Escribanos: Los notarios de la Edad Moderna
"Pluma, tintero y papel. Los escribanos de Málaga en el siglo XVII (1598-1700)". Eva María Mendoza García

En la monografía se tratan los pormenores profesionales y familiares. Estos últimos, según explica Mendoza García, juegan un papel crucial en el devenir de sus actividades; el título de escribano pasaba de padre a hijo y, en el caso de ser una heredera, podía ser traspasado al marido. “Se da el caso curioso de que la misma viuda de un escribano con un hijo menor de 18 años, regentó y administró la propiedad del oficio”.

Como afirma su autora, ha sido fruto de un “duro trabajo documental” a través de los archivos de la capital malagueña, de los que destaca la valiosa información que le aportó el contenido de los testamentos: “Te proporcionan una perspectiva profesional, pero también familiar, a la vez que evidencia las diferencias en la calidad literaria de los escritos”. La lucha por el poder y la influencia, el conflicto de intereses y la competencia por ascender en la jerarquía escribana del momento, tienen cabida en esta obra de investigación editada por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga (SPICUM).

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