Evalúan las herramientas que se utilizan para medir la calidad de las apps de salud
01 marzo 2022

Evalúan las herramientas que se utilizan para medir la calidad de las apps de salud

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El estudio en el que participa la UMA, financiado por el Programa Marie Curie, incide en la importancia de mejorar la validación de estas aplicaciones de manera previa a que accedan a ellas los usuarios

En la actualidad, se espera que el mercado de aplicaciones de salud para el móvil supere los 130000 millones de euros de cara al 2028, y que se registre una tasa de crecimiento anual en torno al 17,7% en el período entre 2022 y 2030, según el último informe publicado por Grand View Research.

En este contexto, una investigación enmarcada en el proyecto europeo “Multi-dimensional Intervention Support Architecture for Gamified eHealth and mHealth Products”, financiado por el Programa Marie Curie, se ha centrado en “revisar la calidad metodológica de las apps de salud mediante la revisión sistemática de los distintos instrumentos disponibles para valorar la calidad de las mismas”, afirma el profesor Antonio Cuesta Vargas, líder del proyecto en la UMA.

El estudio, difundido en la prestigiosa JMIR mHealth and uHealth, supone un impulso a la evaluación psicométrica de las herramientas utilizadas para valorar estas aplicaciones móviles. En palabras del investigador Antonio Cuesta Vargas, del Departamento de Fisioterapia de la UMA, “una evaluación psicométrica es la valoración que se hace mediante cuestionarios, escalas o test, utilizada para medir dimensiones psicológicas o de salud, basada en el método científico y realizada a través de la estadística avanzada o la teoría clásica de los test”. En este sentido, una evoluación psicométrica sería, por ejemplo, la evaluación de personalidad o de Inteligencia emocional.

Como se recalca en el artículo, la variedad de características de las aplicaciones disponibles en diferentes plataformas es bastante amplia, aunque se observan tres grandes grupos: aquellas que se limitan a ofrecer un catálogo de recomendaciones; las que funcionan como herramienta de seguimiento, complementando un programa de intervención; o las que se encuentran conectadas a sensores, destinadas a ofrecer información sobre el estado de salud. No obstante, el estudio incide en que tanto las aplicaciones que los usuarios usan de forma autónoma como aquellas que puedan ser recomendadas directamente por los profesionales sanitarios, requieren un estudio previo, de cara a minimizar el riesgo de utilizar aplicaciones no basadas en el conocimiento científico o que, incluso, puedan llegar a aportar más desinformación que ayuda al usuario.

Aplicación de la guía COSMIN

En la investigación, a través de una búsqueda en la base de datos PubMed y Embase, se identificaron las herramientas de medición de la calidad. Sin embargo, se descartaron aquellos estudios que no incluyeron ninguna validación psicométrica, ya que dichas herramientas se analizaron según las 10 propiedades psicométricas descritas en la guía COSMIN: consistencia interna, fiabilidad, error de medición, validez de contenido, validez estructural, prueba de hipótesis, validez transcultural, validez de criterio, capacidad de respuesta e interpretabilidad.

Al hablar de la iniciativa COSMIN, aludimos al resultado del consenso científico para la estandarización de una evaluación, así como de la selección de los instrumentos para llevarla a cabo. De este modo, “la aplicación de las guías COSMIN parece fundamental para cercar el soporte científico a la selección de herramientas en la salud digital, y es que la rápida proliferación de nuevas herramientas e instrumentos en este campo no permite, en ocasiones, dedicar los largos tiempos que ocupan los estudios de validación, abriéndose estas aplicaciones al mercado incluso antes de haber podido verificar su uso”, matiza Cuesta Vargas.

La rápida proliferación de nuevas herramientas e instrumentos en este campo no permite, en ocasiones, dedicar los largos tiempos que ocupan los estudios de validación

Por lo tanto, se evidencia cómo muchas de las aplicaciones solo se clasifican según la percepción de los usuarios, a través de vagas herramientas de clasificación, tales como puntuaciones numéricas o clasificación por estrellas (del 1 al 5).

8 herramientas de medición y el caso de MARS

Como resultado, aunque la búsqueda inicial arrojó 3372 artículos, solo 10 cumplieron, finalmente, con los criterios de inclusión y fueron elegidos el estudio, en el que se analizaron 8 herramientas de medición diferentes. Aunque algunas de ellas solo miden la dimensión de usabilidad, otras brindan información acerca del compromiso, la estética o la funcionalidad de las mismas.

En concreto, “se ha seleccionado MARS como el instrumento que mejor se ajusta a los criterios de calidad científico adaptable a la calidad de las apps”, apunta Cuesta Vargas. Como se afirma en el estudio, el uso de esta herramienta está muy extendido y evalúa diferentes aspectos de la calidad de las aplicaciones, así como su usabilidad; asimismo, posee una versión de usuario y una versión profesional.

En este proyecto, financiado por el Programa Europeo Marie Curie Actions RISE H2020, participa un Consorcio Europeo integrado por empresas de desarrollo tecnológico: SensorID (Italia), ITware (Hungría) y Arthaus (Macedonia); un socio clínico, el Servicio Andaluz de Salud (España), liderado por el Dr. Fermin Mayoral Cleries; y dos socios académicos, con la Universidad de Bournemouth (Reino Unido) y la Universidad de Málaga (España), bajo el liderazgo  del profesor Antonio Cuesta Vargas.

Muro-Culebras, A., Escriche-Escuder, A., Martin-Martin, J., Roldán-Jiménez, C., De-Torres, I., Ruiz-Muñoz, M. & Cuesta-Vargas, A. I. (2021). “Tools for Evaluating the Content, Efficacy, and Usability of Mobile Health Apps According to the Consensus-Based Standards for the Selection of Health Measurement Instruments: Systematic Review”. JMIR mHealth and uHealth, 9(12): 15433. https://doi.org/10.2196/15433